El agua es el arma secreta y fundamental tanto para la pérdida de peso y en particular para eliminar toxinas de nuestro organismo. El consumo de agua diario, partiendo de la premisa de complicados y estructurados estilos de vida, debe ser indiscriminado. Es muy difícil si no imposible tomar agua de más en términos reales. Tomando en cuenta que dormimos un promedio de seis a nueve horas diariamente, y si trabajamos entre cuatro a ocho horas diarias, apenas sí tenemos tiempo real para tomar agua, y ni hablar de si no nos gusta tomar agua o simplemente se nos olvida.
Otro asunto fundamental en cuanto a ingerir agua en cantidades considerables tiene que ver con las condiciones renales. Renal se refiere a los riñones. Los riñones son los órganos que más trabajan en nuestro cuerpo. Los riñones se encargan de que el metabolismo funcione, filtrando los desechos del organismo y asegurando el funcionamiento total de nuestro cuerpo. En Puerto Rico cuatro mil personas están obligadas a recibir diálisis diariamente. Tengo una vecina que se llama Marta, su esposo recibe diálisis a diario. Después de la diálisis, Marta le prepara a su esposo un buen arroz con habichuelas y patitas porque "eso es lo que él le gusta". Su esposo apenas toma agua.
No tomar agua es igual a no limpiar la marquesina que en tantos sentidos es nuestro cuerpo, que guarda nuestros órganos con todas sus microfunciones. Hago lo posible por no ponerme muy técnica pero es importante entender que nuestro cuerpo es literalmente un universo en sus funciones internas a nivel celular y microcelular, y que todo lo que consumimos afecta este balance. El agua limpia y purifica y mejora el sistema metabólico. El agua ayuda a prevenir la osteoporosis. La forma en que el agua ayuda a prevenir la osteoporosis es porque el agua de por sí contiene no solo calcio sino magnesio, dos minerales que nuestro cuerpo necesita constantemente. También contiene sodio. Los famosos suavizadores del agua efectivamente remueven estos minerales para lograr que, por ejemplo, la ropa lave mejor y el detergente haga más espuma. Pero esa "conveniencia" es a cambio de que tomamos agua con menos minerales, así que conviene sopesar si realmente todo lo último en tecnología es lo que conviene.
Así que el agua ayuda a la absorción de calcio, contrario a la leche fresca que repele la absorción de calcio en nuestros huesos porque el calcio de la leche es extraño a nuestro sistema por ser altamante procesado, pero el del agua no. El aspecto negativo del calcio en el agua es que sí es posible que algunas fórmulas de agua (agua potable versus agua embotellada por ejemplo) puedan contener más o menos calcio o minerales en general. El agua embotellada de Europa contiene más calcio por lo general que el agua embotellada de los Estados Unidos. Pero de cualquier forma, es más recomendable tomar agua mineral que cualquier otro tipo de agua. Y si no hay de dónde escoger, definitivamente es mejor tomar agua que no tomarla.
El agua oxigena el organismo. La razón principal de las enfermedades mal llamadas modernas, es la falta de oxigenación a nivel celular. Si recordamos que el agua se compone de un átomo de oxígeno y dos de hidrógeno, no es difícil llegar a la conclusión de que una de las formas más efectivas, económicas y necesarias de oxigenar nuestro cuerpo es a través de la respiración profunda y la ingesta de agua.
Dos litros de agua es el estándar recomendado de consumo de agua. Para el que trabaja turnos de ocho horas puede resultar algo incómodo cumplir con esta cuota, pero si separamos tiempo en las mañanas y en las noches antes de retirarnos para ingerir agua, resultará en una piel más hidratada y un organismo que puede cumplir mejor con sus funciones metabólicas de excreción y secreción, que son procesos vitales tanto para la regulación del peso como para la salud integral en general.
El agua refuerza el sistema inmune precisamente porque lo oxigena. Los remedios humildes son los más efectivos. Y si no le gusta tomar agua, considere alternativas como el melón o el agua de coco. El melón es casi un 95% agua, aparte de que es rico en vitamina B6, magnesio, betacaroteno y otros nutrientes esenciales, ¡y cero calorías! La vitamina B6 es esencial para el funcionamiento del sistema nervioso. El agua de coco por su parte es lo más cercano a la placenta humana de tantos componentes esenciales que tiene. El galón de agua de coco se consigue por unos $10, comparado con el dañino galón de leche fresca a más de $7, es una verdadera ganga en términos de salud y nutrición. El agua de coco ayuda, entre muchas otras cosas, a regular la presión sanguínea. La fibra del agua de coco ayuda a regular los niveles de glucosa, buena noticia para la gran población de diabéticos que hay en la Isla.
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