Thursday, June 9, 2016

Querida Marta, mi mamá se llamaba Marta

Hola Marta, te escribo pensando en mi mamá. Mi mamá también se llamaba Marta. Era una mujer en extremo alegre, llena de energía, de todo hacía mi mamá. Ah... qué te digo, como a cualquiera de nosotras, había poco que se interpusiera entre mi mamá y lo que ella quisiera hacer.  De momento y de a cada rato teníamos nuestras trifulcas, pero ya en mi madurez, aprendí a darle espacio.

Lo de mami era que si el Subway el Pizza Hut. Santo, como le encantaba el queso... No te amilane que a mi también me encanta el queso. Pero te explico rapidito que estas comidas tupen las vías respiratorias, aparte de una gran cantidad de tóxicos que contienen. En el caso de Subway, hasta hace unos años, muchos de sus panes contenían (y contienen) un ingrediente llamado azodicarbonamide, que es de uso común en la creación de mantas de yoga y las suelas de los zapatos deportivos.  O sea, que estos restaurantes de comida rápida ocultan ingredientes que realmente no son aptos para el consumo humano.

Te ruego que entiendas, y subrayo, que no son ingredientes aptos para el consumo humano. Esta página, así como el grupo en Facebook, me llevan mucha energía personal porque es más fácil hablar de política y de religión que hablar de lo que nadie debe comer. Por eso me tomo un tiempo de escribirte esto, en espera de que tanto tú como otras Martas encuentren en estas palabras algo que les encienda el ánimo de ser más celosas con sus comidas.

No lo hago tan a menudo porque me he encontrado personas en la calle que ridiculizan esta intención. Es más fácil burlarse que informarse, yo lo entiendo. Pero como no puedo borrar de mi corazón el recuerdo de que mi mamá murió con su máquina de terapia respiratoria prendida, habiendo comido pizza y queso y leche fresca, y tantas otras cosas que por más que le advertí, como pude porque te digo que es duro decirle a nadie nada, pues tú te llamas Marta y así son las castañas.

Es mucha información. Te adelanto que las comidas procesadas en general y se puede decir que todas sin exagerar, contienen una larga lista de nocivas sustancias para nuestro organismo.

No soy nutricionista ni dietista. Si hablamos de cualificaciones, soy periodista. Eso es todo. Llevo unos cuantos años (mi mamá falleció en el 2013) investigando este asunto de cómo la FDA aprueba con ojo ciego venenos, atentando desfachatadamente contra la salud pública.

Te adelanto que tengo un libro en progreso referente al tema. Ese me va a tomar un tiempo. Por lo pronto espero que este post te sirva al menos de punta para que consideres seriamente cómo lo que comes te enferma, y no se supone que la comida nos enferme. Se supone que la comida sane y nutra.

Luego encontré que el asunto de "cero harina" es también un asunto nacional. Porque la dieta se resume en consumir los frutos de la Madre Naturaleza lo más posible. Viene a ser consumir lo que Puerto Rico produce, o donde sea el lugar que nos encontremos, consumir lo que produce la tierra de ese país, no lo que viene de otros lados. Por que lo que daña las comidas que nos venden como buenas, con toda esa magnífica publicidad, es la gran cantidad de preservativos que le echan, no para tu bien, sino para que su producto no se dañe en las góndolas y pueda esperar pacientemente a que tú lo eches en tu carrito de compras.

Leer etiquetas no ayuda porque la FDA aprobó una medida que dice que las compañías manufactureras no tienen que listar los ingredientes que se producen en el proceso de confección del producto. Eso ocurre con el azodicarbonamide y con las papas fritas de McDonalds. Bueno, otra cosa es como estaba la tasa de muertes por cáncer en Puerto Rico en el 2002 en comparación con el 2012. El mapa parece el negativo un año del otro. Hoy una de las primeras causas de muerte es el cáncer. Y seguimos orando y yendo al médico y tomando pastillas y comiendo la comida procesada y muriendo.

Morir uno se muere, se sabe. Tengo un buen amigo a quien quiero como un hermano. De vez en cuando lo llamo y hablamos. Él sabe que yo hago lo de "cero harina" y quiere anotarse. Le pregunto cómo está y me cuenta cómo pasó el día buscando laboratorios y llevando a su mujer al médico...

Eso no es normal. Nos han llevado a vivir revoloteando alrededor de médicos y hospitales. Yo quisiera decírtelo todo de una vez. Esto es lo que yo veo: veo un tumulto de gente que se reparte entre el veneno de la comida procesada y el veneno de los medicamentos y a eso le llama vivir. Te invito a que te des una semana sin toxinas ni nada de pote ni comidas rápidas. ¡Alcapurrias se vale! ¡Mantecado se vale! (sin toxinas high fructose corn syrup). O sea, se puede, poco a poco, y se vale darse su gusto de pan después que hayas establecido una base limpia empezando por tu compra.

Y con el high fructose corn syrup la FDA aprobó muchos nombres para este carcinógeno usado como un sustituto barato de la azúcar. Así que, reiterando que leer etiquetas no ayuda. Mejor compra lo que no tenga etiquetas.
Lo voy a dejar aquí por ahora, espero esto te ayude en algo, aunque sea a considerar el celo que hace falta en estos tiempos para de verdad velar por nuestra salud que es la que nos permite disfrutar la vida mientras nos quede vida. Te abrazo.

Tuesday, March 1, 2016

¿Qué hacer con los niños y las comidas?

Hace unos minutos estaba en el trajín de la cocina, buscando qué hacerle a mis hijos. Como llevamos un tiempo en el sistema Cero Toxinas, fluye mejor el asunto de los menús. Pero hoy cuando abrí la nevera pensé en ustedes, mis amigas, las que están buscando alternativas, las que no saben qué hacerse, cómo presentarles a los niños la idea de que los cereales de cajita son dañinos por ejemplo. Eso nada más es una catástrofe. ¿No poder comer conflei?  Quiero dejarles claro que ese proceso no fue fácil para mí. Y que si algo lo facilitó fue el hecho de que les fui explicando en detalle las razones por las cuales era crucial hacer ajustes en las comidas. 
Si le explicamos a nuestros hijos el por qué,
le damos una herencia en nutrición para toda la vida.

Le hice a ellos la historia que les hago a ustedes. Les explico que tal producto, por ejemplo el Lucky Charms, que a mí también me encantaba, si yo me crié con eso, les explico que ese cereal tiene High Fructose Corn Syrup y ellos ya saben los daños del HFCS y si se les olvida se los repito. No me molesta repetirles. Creo que de cualquier herencia que yo pueda dejarles, la mejor herencia que puedo dejarles es la herencia de una sana nutrición. ¿De qué me vale educar niños enfermos que no entiendan el valor de alimentarse adecuadamente? Esa es la base fundamental de la educación, hay que saber comer. 

El sistema comercializado nos ha alejado de lo que significa comer. Eso no se lo estamos enseñando a nuestros hijos. Comer se ha convertido en un resuelve. Comer es un paso, una cosa rápida porque hay prisa. El puertorriqueño come fuera cinco de siete días de la semana. Y si encima de eso tenemos en nuestra casa comidas congeladas, productos enlatados. Si nuestro primer resuelve es abrir carne procesada y si no es con pan o arroz no se come, eso es un problema. Sobre todo si ya la persona sufre ciclos de enfermarse. No está enferma, está intoxicada. 

Si nuestros hijos llegan a entender cómo funcionan sus cuerpos, serán unos maestros de sus vidas. El cuerpo es lo que nos transporta a cualquier sitio. Yo le hablo esto a mis hijos. Estos temas me ayudan a que, cuando llego con algo para que prueben, pues ya ellos saben que lo estoy haciendo en mi mejor interés de que salven su salud. A veces el invento no me queda, pero eso es parte de la aventura familiar. Sé que muchas me han pedido recetas, las recetas no es lo mío, pero voy a ver si pongo alguna que otra aquí. Más bien a modo de sugerencia porque reitero que no se trata de que hay una dieta particular. Simplemente aléjate de las toxinas. 

Comparte esa historia con tus hijos. Revisa con ellos las etiquetas de los productos que tengas en la cocina. Haz de esta aventura una en la que todos en el hogar formen parte.