Sunday, July 12, 2015

El arsénico nuestro de cada día

Siempre me ocurre cada vez que busco un tema particular para escribir que lo que parecía sencillo se convierte en algo mucho más grande.

Escribo movida por un artículo de Metro PR escrito por CyberNews, donde reseña las vistas públicas en torno a las emisiones de carbono de la compañía AES. Un caso repudiable y ejemplo claro de cómo los gobiernos se ensañan en contra de sus pueblos.  Las cenizas de humo de carbón son reconocidas por tener altos niveles de metales como boro y arsénico. El arsénico es un metal que ocurre naturalmente en el ambiente, y al que estamos expuestos a diario por muchas fuentes incluyendo el agua potable. El cuerpo por lo general expulsa o excreta mucho del arsénico que recibe, pero a mayor niveles de arsénico en la ingesta diaria, mayor la probabilidad de absorción a nivel de microcelular, lo que propende a las mutaciones que terminan en cáncer. Aunque el arsénico que ocurre naturalmente en el ambiente se considera orgánico y no tan dañino como su contraparte inorgánica que a menos que no sea por las corporaciones, no se explica su procedencia. De otro lado, hay que aclarar que aún existen dos tipos de arsénicos orgánicos que se consideran dañinos, pero para propósitos de en algo simplificar, el enfoque es en el arsénico inorgánico.

Siguiendo la línea del arsénico en nuestra dieta diaria, visito la página de la Administración de Drogas y Alimentos, FDA por sus siglas en inglés, para indagar sobre los parámetros de la FDA en cuanto al arsénico en los alimentos que consumimos y en los jugos de manzana en particular, elegido por tomar un ejemplo.

Hago referencia a Primera Hora porque en mi búsqueda de artículos recientes sobre el tema del arsénico en el jugo de manzana, están en récord de haber publicado el parte de prensa donde la FDA establece unos parámetros o unos límites al contenido de arsénico en los jugos de manzana. Lamentablemente el artículo de Primera Hora sufre de ciertos síntomas de propaganda. Comparto mi análisis aquí para arrojar luz en cuanto a cómo separar la paja del grano en lectura de informaciones de prensa. Primera Hora traduce FDA como Administración de Alimentos y Medicinas quizás en una intención de presentarlo más inofensivo, pero en inglés "drug" es droga, y no todas las drogas son medicina, lo cual limitaría el alcance de la injerencia de la FDA, porque si solo se hablase de medicinas, no incluye las drogas, como la heroína que aunque está descartada como tratamiento, fue la reina de las prescripciones médicas en tiempos de antaño. Es la insistencia de pretender vender las drogas legales como algo bueno, "son medicina", es el mensaje implícito, aunque la verdad es que no lo son.

El artículo titula: "Fijan límites de arsénico en jugo de manzana en Estados Unidos".  La directriz de la FDA que incluimos aquí, detalla que estos parámetros son non-binding, eso quiere decir que la FDA emite unas sugerencias pero que acepta y aclara que no tiene fuerza de ley para obligar a las manufactureras a cumplir.  Eso es como llamar a la policía y que te digan que resuelvas como puedas. De otra parte, dice "en Estados Unidos" como si la manufactura en los Estados Unidos no estuviese ligada a la de Puerto Rico, ¿qué jugo de manzana es el que se toma aquí si no es el que importamos del norte?

Así que cuando Primera Hora dice que "fijan límites" en verdad debió decir "sugieren límites".  Su primer párrafo reza como sigue: "Los padres preocupados por los bajos niveles de arsénico en el jugo de manzana se sentirán ahora mejor al adquirir uno de los refrescos favoritos de sus niños." 

Despierta todo mi escepticismo ver una nota periodística comenzar con un tono tan positivo: "ya no tengo que preocuparme, porque ya la FDA le dijo a las manufactureras cómo es que tienen que operar y las manufactureras, de mañana en adelante, todos esos productos que ya tienen repartidos y bien ubicados en las góndolas, y las órdenes que vienen de camino se van a detener por el bienestar del consumidor". La realidad es que el gigantesco andamiaje que representa la industria de la comida es inamovible.

El artículo en su gran totalidad es eco de la posición de la FDA. El tercer párrafo refiere que los niveles de arsénico en los jugos de manzana no son considerados peligrosos. Para el 1974, el nivel de arsénico aceptado era 50 partes por billón (en inglés es "parts per billion" o ppm), hoy tanto la FDA como la EPA hablan del nuevo nivel de 10ppm. Eso pudiesen ser buenas noticias si tanto la FDA como la EPA no advirtieran en sus letras finas que ni el "Safe Water Drinking Act" ni los requisitos de arsénico en los alimentos o en el agua tienen verdadero peso de ley.  A las manufactureras les aplican las sugerencias. Las regulaciones que protegen la mayor fuente de salud de la ciudadanía son non-enforceable, que no se pueden forzar su cumplimiento, y non-binding, que estar de acuerdo y conforme no implica acción ulterior a tono con el asentimiento.

Este paradigma es importante tenerlo presente cuando se llega el momento de escuchar las prédicas propagandísticas que nos llevan al consabido "todo está bien, siga comprando". Por eso el parte del periódico Primera Hora que a su vez luce traducido de alguna fuente externa, lo cual implica una difusión masiva del mismo mensaje, debe ser motivo de análisis.

De igual forma que ocurre con el argumento del mercurio en las vacunas, existe arsénico orgánico que ocurre naturalmente en el ambiente, y existe arsénico inorgánico. Un cáncer puede tomar hasta diez años en desarrollarse. Aunque el consumo de arsénico sea mínimo y se elimine fácilmente, su constante ingesta sobre todo en niños en etapa de desarrollo, aumenta su probabilidad de desarrollar cáncer en su etapa adulta, sin entrar en la incidencia de cáncer infantil, segunda causa de muerte entre menores. Entre esos la leucemia y el cáncer en el sistema nervioso son las primeras que afectan a nuestros niños.

El consumo de arsénico en exceso puede causar los siguientes síntomas de intoxicación: vómitos, dolor abdominal y diarrea. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el arsénico inorgánico es el único comprobado a causar cáncer a través del consumo de agua potable.

El ajo, la cebolla y el cilantro son muy recomendados para eliminar metales pesados del nuestro organismo.

Arsénico en las harinas, cereales, arroz 
Una rigurosa investigación llevada a cabo por la revista Consumer Reports expone un nivel más alto de arsénico en el arroz integral que en el arroz blanco. Esto se explica ya que los pesticidas quedan en la capa de la semilla del arroz que se incluye en el producto. Los cereales para infantes, incluyendo la marca Gerber fue nombrada por alto contenido de arsénico en algunos de sus productos.

Fíjese que no vemos productos que nos digan "contiene arsénico", pero la ley es clara en que tenemos derecho a saber el contenido de las cosas que compramos.  El contenido de arsénico en cereales "listos para comer" es motivo de alarma. La leche de arroz debe evitarse muy en particular por este motivo.  La razón principal del alto contenido de arsénico en estos productos, es el uso desmedido de pesticidas que no toman en consideración el medioambiente, y en general la industrialización de la comida es una pésima idea para los habitantes del Planeta.

¿Qué hacer?
Limita tu exposición a estos alimentos tóxicos. Busca alternativas más humildes. Visita el mercado agrícola y si tienes el lujo de vivir cerca de una, acércate a tu plaza del mercado. Por su parte, los tratamientos de osmosis revertida son recomendados para reducir el nivel de arsénico en el agua potable, aunque la respuesta sincera es hincar un pozo.

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